Puerto Madryn

El dolor por la muerte del ciclista en Madryn: era un conocido docente y fotógrafo

Diego Danese, reconocido por su talento y generosidad, perdió la vida tras ser atropellado en la Ruta 1. Su muerte deja una profunda huella en la comunidad.

Equipo de Redacción ABC

La ciudad de Puerto Madryn sigue conmocionada por la trágica muerte de Diego Danese, un ciclista de 50 años, docente, fotógrafo y querido vecino, quien perdió la vida en un accidente en la madrugada del 30 de enero. Diego, muy apreciado por su compromiso y creatividad, fue atropellado por un vehículo conducido por una mujer en estado de ebriedad en la Ruta 1, mientras se dirigía a su trabajo en bicicleta.

Diego era mucho más que un docente: era un periodista talentoso, un músico apasionado y un amigo incondicional. Sus múltiples facetas lo convirtieron en un referente cultural y social en la comunidad. En la cancha, sus compañeros lo llamaban "Diego volaba" por su habilidad como delantero, con un cambio de ritmo que lo hacía único. Entre sus amigos, destacaba por su energía inagotable, su generosidad y su capacidad para alegrar cualquier espacio que habitaba.

Su querido Fiat 147, que recorrió miles de kilómetros entre la costa bonaerense y la patagónica, era una extensión de su personalidad: confiable, sencillo y siempre presente. Así lo recuerdan quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.

La tragedia que le costó la vida ocurrió en la Ruta 1, en el tramo que une el barrio Solana de la Patagonia con el centro de la ciudad. Según las pericias, la conductora del vehículo que lo embistió tenía 1,88 g/l de alcohol en sangre y enfrenta cargos por homicidio culposo agravado. La fiscal Ivana Berazategui, a cargo de la investigación, confirmó que se están realizando todas las pericias necesarias para esclarecer lo sucedido.

Un amigo y colega, Facu Navarro, lo despidió con sentidas palabras que reflejan el impacto de esta pérdida:
"Diego volaba como su apodo futbolero. Nos mostró que siempre se puede aprender. Se convirtió en un eficaz delantero con un cambio de ritmo único, y así vivía también: con movimientos especiales, levantándose siempre, haciendo el gol y sonriendo cuando la pelota acariciaba la red de enfrente. Diego es esta pena enorme de fin de enero. Hoy es pensarlo entre dos defensas, ingeniosos para avanzar y siempre con una sonrisa."

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